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AL PUNTO DE ENCUENTRO DEL SECTOR DE LA AUTOMOCIÓN

¿Puede un algoritmo encontrar al candidato ideal? El equilibrio entre tecnología y humanidad en selección

¿Puede un algoritmo encontrar al candidato ideal? El equilibrio entre tecnología y humanidad en selección
Talent Recruitment

En plena era de la automatización, los algoritmos en selección de personal han cobrado protagonismo. En sectores como la automoción, donde el ritmo es alto y la necesidad de talento constante, contar con herramientas tecnológicas que agilicen procesos es una gran ventaja.  Pero, ¿qué pasa cuando el proceso se vuelve demasiado automático? ¿Dónde queda la intuición, la empatía, la conexión humana?

El riesgo de automatizar demasiado el proceso de selección

Imagina esto: un CV perfectamente estructurado, lleno de palabras clave, pasa todos los filtros de un software de reclutamiento. Pero detrás de ese documento hay alguien que no encaja con la cultura del taller, no sabe trabajar en equipo o no tiene la actitud necesaria para aprender. ¿Lo habría detectado la tecnología? Probablemente no.

Tecnología en selección de personal: aliada, no sustituta

Aquí es donde entra el verdadero reto: usar la tecnología como aliada, no como sustituta.

Sí, los filtros automáticos ahorran tiempo. Las entrevistas por video aceleran los primeros contactos. Las bases de datos ayudan a gestionar cientos de perfiles. Pero nada reemplaza una conversación auténtica, una mirada experta que detecta potencial donde otros solo ven carencia de experiencia.

En automoción, el factor humano sigue siendo clave

En el sector de automoción, las habilidades técnicas son fundamentales, pero igual de importantes son la actitud, la responsabilidad o la capacidad de adaptación. Y eso, por ahora, solo lo puede captar una persona hablando con otra.

Equilibrio: cómo integrar la tecnología en selección de personal sin perder el toque humano

Tampoco hay que rechazar la tecnología. De hecho, bien utilizada, mejora la experiencia del candidato, profesionaliza los procesos y da mayor objetividad. Pero hay que saber cuándo intervenir. Un mensaje de seguimiento humano, una llamada, una entrevista en profundidad… esos detalles marcan la diferencia.

Porque al final, no contratamos CVs ni perfiles digitales: contratamos personas.
Y aunque el futuro sea digital, la selección de talento sigue necesitando corazón.

Conclusión: contratamos personas, no perfiles digitales

Porque al final, no contratamos CVs ni perfiles digitales: contratamos personas.
Y aunque el futuro sea digital, la selección de talento sigue necesitando corazón.

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